El rugido del motor y el olor a cuero en León

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El pasado fin de semana, miles de personajes peculiares se dieron cita en León, Guanajuato. De esos que aparentan tener una coraza de hierro, pero que, en realidad, poseen un corazón enorme. Personas con sólidos valores y sentido de comunidad intachable que, aunque a veces tienen mala fama de malencarados ¿quién no lo sería si tuviera que manejar 300 kilos de peso 110 kilómetros por hora con nada más que un casco, botas y la bendición de su dios de confianza como protección?  

El cuero y el sudor fueron los olores protagonistas de la Motofiesta de León, en su edición XXIV (24 pa’ los que reprobaron Romano 2), una de las más grandes de México y que, año con año, sorprende tanto a compatriotas como a extranjeros, llenando el Recinto Ferial y sus alrededores. Del 27 de febrero al 1 de marzo la capital de la piel despertó, comió y cenó rugido de motores.

¿Y qué es una fiesta sin música? Este año, el evento estuvo repleto de artistas para todos los gustos, sabores y colores. Desde la inauguración con la banda Habitantes de la Pocilga, encargados de dar el banderazo de salida, hasta el sábado.

El día viernes fue más movido musicalmente hablando, pues una de las bandas mexicanas más emblemáticas del metal se presentó ante la ola de cuero y cerveza que coreó  al unísono Tristeza de Lucifer con la que se pudo escuchar “El gran rugido del León”. El primer slam del evento se vivió con Infierno de Dante y México bárbaro, dos de los himnos más icónios de la banda. Durante su presentación, los músicos agradecieron a los bikers que llevaron a sus hijos, demostrando que la familia es lo más importante en el mundo de las motos.

Por su parte, Los de abajo y Los Caligaris también se dieron cita para llenar de rock y ska el Poliforum. Con un escenario abarrotado de 14 músicos, los argentinos hicieron vibrar a la multitud con éxitos como Lo que más me gusta de vos y Quiéreme así. Uno de los momentos más emotivos fue su tributo a Enanitos Verdes, cuando interpretaron Lamento Boliviano, recordando con nostalgia a Marciano Cantero.

Para el sábado, la cosa estaba en su punto más alto y casi de manera literal, pues la temperatura alcanzó más de 28 grados en algunos momentos. Los chalecos negros no ayudaban mucho a los asistentes, pero el calor no impidió que las bandas siguieran desfilando en el escenario. Víctimas de Doctor Cerebro se hizo presente y El Esqueleto resonó en todo León.

Sin embargo, el momento más esperado llegó con Revisiting Creedence, la banda conformada por exintegrantes de Creedence Clearwater Revisited, quienes emocionaron a los asistentes con clásicos como Band Moon Rising, Proud Mary y Have You Ever Seen The Rain? Uncluso, los músicos aprovecharon para darse su escapada al mercado de la piel y comprar calidad hecha en México. Nuestro corresponsal N3zz, pudo ser testigo del momento… y hasta se llevó una foto del recuerdo.

Y para cerrar la velada, La Sonora Dinamita puso a bailar a los bikers con su canción más emblemática Que bello. Seguramente, hasta tú hubieras desgastado esas botas con este himno de las bodas en México.

Sin duda, la música es sinónimo de fiesta y la Moto Fiesta de León 2025 será recordada con gran cariño por todos los visitantes que se dieron cita y fueron testigos de la unión y el espíritu de hermandad que se respiró en las calles de Guanajuato. Los buenos somos más… y sonamos más fuerte arriba de un caballo de acero.


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