El pasado 8 de junio Enrique Bunbury regresó a México, visita muy grata y por demás esperada. El autódromo Hermanos Rodríguez fue el escenario donde más de 70 mil personas corearon cada una de las canciones que interpretó el músico español.
«No saben lo agradecido que estoy de poder estar con todos ustedes interpretando canciones del pasado y del presente” expresó Enrique notablemente emocionado.
Recordemos que Bunbury había cancelado su gira hace unos años debido a la laringitis que padeció y que lo hizo retirarse de los escenarios, la despedida fue brutal para todos aquellos que con esperanza y ansia buscaban un boleto para ver al ídolo de la música hispana y que al enterarse de la noticia volcaron en total apoyo y comprensión para el de Zaragoza quien años después correspondió a su público en una maravillosa noche de rock.
Como ave fénix Bunbury demostró que no necesita nada más que ÉL en el escenario para crear un espectáculo y es que a sus 65 años mostró una energía como muy pocos lo hacen, esto acompañado de un repertorio digno de mencionar completo.
Fueron 24 canciones que cubrieron todas las etapas del cantautor español, desde Héroes del Silencio hasta su nueva producción musical Greta Garbo. La velada comenzó con campanas y como fieles devotos los rezagados corrieron tratando encontrar el mejor lugar para poder estar lo más cerca posible de su ídolo. “Nuestros mundos no obedecen a tus mapas” comenzó y el showman hizo lo que mejor sabe saber, ser una estrella; toda la atención y gargantas pertenecían y obedecían a Enrique. Cuna de Caín y Despierta siguieron después. En el preciso momento que sonó “Hombre de acción” el público estalló y se entregó aún más, la energía fue constante en El rescate, por supuesto que esto se replicó en Cualquiera en su sano juicio (se habría vuelto loco por ti), Invulnerables, Que tengas suertecita, Alaska, El extranjero, Desaparecer, La actitud correcta. En este punto Bunbury mandó un mensaje a los presentes y agradeció el apoyo que habían mostrado y fue en este momento donde “Apuesta por el rock and roll” invito a la locura y el grito del público viajó al pasado de forma inmediata. La velada continuó con Porque las cosas cambian y De todo el mundo, siendo esta una de las canciones más coreadas que dicho sea de paso también sirvió como puente para tal vez una de las más esperadas por muchos “Entre dos tierras” y su peculiar rasgueo inicial. Antes de dar un respiro a los asistentes culminó con Sí y agregó más nostalgia con Lady Blue. Los presentes sabían que había un poco más para la sobremesa del concierto y así fue, mientras las 70 mil gargantas coreaban su nombre, Enrique salió a despedir la noche con Parecemos tontos, Infinito, Maldito duende, La constante y claramente no hay mejor canción para cerrar una presentación de este calibre con “Y al final”.
Puedo resumir esta noche en una palabra, maravillosa. Faltan 4 conciertos más para este 2024 y tal vez sea la última vez que podamos disfrutar de su voz en México, claro, después de su concierto en Guadalajara. Él está consciente de que el futuro no está asegurado, pero también entiende que mientras esté en un escenario lo dará todo por su gente.
Enrique Bunbury señores.